martes, 17 de febrero de 2009

Idioma Argentino II

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Querida Cristina,

Hace unos meses ya comentamos por estos lares cómo es difícil entendernos entre argentinos y venezolanos, centroamericanos todos, cuando no sabemos cuáles palabras pertenecen al castellano castizo que vino de Castilla y cuáles pertenecen al idioma argentino. En aquel momento acababa de encontrar en el menú del DVD de El Aura la primera distinción que me dio esperanzas. Ahora encontré la segunda en un ámbito tan básico y fundamental como un explorador de Internet.

Si seguimos así, poco a poco comenzaremos a hablar el mismo idioma, pero ya no porque sigamos con la absurda convicción de que todos en Latinoamérica hablamos castellano (de aquel), sino porque antes de venir a la Argentina, por ejemplo, haremos lo mismo que si fuésemos a Bielorrusia; comparemos un librito con frases hechas y dibujitos pedagógicos, estudiaremos la lengua local y anotaremos en un cuadernito algunas de sus reglas fundamentales:


1. Al conjugar, cualquier verbo en la segunda persona del singular o en modo imperativo, siempre obtendremos palabras agudas, i.e. pará, vení, seguí, descargá, hacés, decís, comprás.

2. En términos de indumentaria, si sabes cómo nombrar una pieza de ropa, como norma general considera que así no se debe llamar en Argentina, i.e: falda = pollera, chancleta = ojota, tobillera = soquete, camiseta = musculosa.

3. Para expresar disgusto debes elevar el tono de tu voz hasta alcanzar notas dignas de una soprano, en el caso de las mujeres, o tenor ligero, en el caso de los hombres.

4 Por más que te sientas tentado, o creas que le hace falta, no debes acentuar la palabra "che".


Y así. Son muchísimas reglas, otras tantas excepciones, pero como nuestras lenguas tienen el mismo origen, con algo de práctica serán fáciles de aprender.

Una vez que los argentinos entiendan que "chimbo" en Venezuela es algo malo o trucho, a pesar de que la palabra les parezca divertidísima, y que en Colombia "una chimba" tiene otro significado opuesto, o cuando nosotros dominemos los importantísimos significados entre "garpar", garcar" y "garchar", verbos que por razones de seguridad no deben confundirse nunca, los latinoamericanos nos iremos convirtiendo en los grandes políglotas del mundo y si le dedicamos tiempo, esfuerzo y algo de paciencia, tal vez en algún momento futuro, comencemos realmente a entendernos.

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