domingo, 31 de agosto de 2008

¡Pará pará pará!


Querida Cristina,

Julio y agosto han sido dos meses difíciles y extraños, en muchos sentidos, pero sobre todo económicamente... y cuando la economía empieza a fallar, uno tiende a ponerse filosófico.

Te cuento, en mi caso particular no ha subido la renta de mi departamento desde hace 5 meses, pero hasta el mes de junio llegaba al 20 del mes con por lo menos $20 en la cartera, ahora en cambio me declaro en bancarrota aproximadamente el 8.

Ante la constante quejadera (primer deporte nacional: el fútbol, segundo deporte nacional: la queja), que abarca absolutamente todos los aspectos de la vida, para siempre concluir que en la Argentina las cosas están peor que nunca, suelo pensar en Venezuela, recordar las razones por las que vine a pasar un rato en este país y concluir que no, que siempre se puede estar peor.

El tema, como dirían acá, la vaina, como diríamos allá... es que ahora veo a Argentina, cual gato curioso, por el camino de averiguar cuan mal se puede llegar a estar, y de seguir así sus quejas finalmente tendrán una base bien real y su inflación puede llegar a ser la peor, la maaaaaás grande de todas las inflaciones del mundo mundial.

Cobos ya está corriendo, el dinero de mi caja de "ahorros" en pesos también... Cristina, hazte cargo y por favor... ¡pará!

viernes, 15 de agosto de 2008

Carta de bienvenida.

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Querida Cristina,

Uno de los colectivos 152, que por suerte suelo tomar medio vacío desde San Telmo, espera por mí para llevarme al trabajo por allá en Belgrano, un viajecito pués, así que te escribo rápido solo para decirte que desde ahora estaremos más en contacto que antes, porque, si no lo sabes, he soñado contigo y hasta te he tomado fotos. Mira este primer perfil patriótico que pondré ahora mismo de fondo de pantalla, ¿te gusta? El sueño te lo cuento luego, o mejor no, porque después no se me cumple, bueno, ya veré. Besos.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Código Único de Identificación Pelotuda


Querida Cristina,

Anteayer me enteré que el CUIT, el CUIL y la CDI ahora van a pasar a ser un sólo número llamado CUIP. A pesar de que en la práctica ya eran un mismo número. Un número con tres nombres diferentes.


Tardé aproximadamente un mes en comprender que la Clave de Identificación (CDI) no servía para absolutamente nada, en descifrar cómo funcionaban el CUIT (Código Único de Identificación Tributaria) y el CUIL (Código Único de Identificación Laboral), y tratando de entender la lógica de quien diseñó ese número y le puso dos nombres alternativos, engañosamente parecidos y que incluyen la palabra "único" como parte de su definición. Al final terminé por aceptar que todo asunto fiscal me supera, es complicado e increíblemente burocrático, que ese es el aryentín estail y que no hay nada que yo pueda hacer. Ya lo dibujaba Quino, ahora me tocaba a mi vivirlo.

Ahora, cuando finalmente medio entiendo y tengo mi CUIT y mi CUIL, y todo anda bien, resulta que se dieron cuenta de que tener un número con tres nombres diferentes es estúpido y que a lo largo de estas décadas les ha causado problemas, y para simplificar, deciden... ¡agregar un cuarto número!

"El formato es idéntico al CUIT o el CUIL, nada más que se convierte en CUIP”
(Amado Bodou, titular de la ANSES).

Eureka. Este Código Único de Identificación Pelotuda, que fue el primer nombre que pensé, supuestamente unificará las bases de datos de AFIP y ANSES y todos los cambios se harán de manera automática sin que los comunes mortales tengamos que hacer nada. Yo, de buena fe les doy en beneficio de la duda, pero podría apostar que alguna mañana tendré que perder haciendo fila o rellenando planillas desestabilizadoras como las que me preguntan mi fecha de defunción.

domingo, 10 de agosto de 2008

Sombra aqui, sombra allá...

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Querida Cristina,

Dudo que lo sepas, porque has estado ocupada con otros asuntos, pero aparentemente la influencia de tu presidential style se está empezando a notar en las calles, tal vez de la manera menos esperada. Así como los bolivianos empezaron a usar la chompita del Evo (quien sabe si en este preciso momento se están quitando), hace un par de semanas vi este largo reportaje acerca de los porteños (hombres) que usan maquillaje, una tendencia que aparentemente está en auge.

Aunque la mayor parte de los entrevistados en la calle negaron usar maquillaje, la conclusión del convencido periodista no fue diferente a su premisa: ahora a los hombres en Buenos Aires les dio por maquillarse. Nada del otro mundo eso sí; delineador, a veces rimmel acompañado de tapa-ojeras, un eventual brillo de uñas y por supuesto labial, pero sin colores estridentes y en la mayoría de los casos por el invierno nomás.

De la pertinencia y la calidad del periodismo argentino, hablaremos otro día, porque ese tema da para mucho. Mientras tanto basta saber que ante la crisis los porteños hacen lo mismo que su presidenta: retocan su maquillaje.


sábado, 9 de agosto de 2008

Sólo faltas tú

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Querida Cristina,

No sé si acá en la Argentina es conocido el dicho "el que a buen árbol se arrima, buena sombra lo cobija", en Venezuela es bastante popular junto al del camarón que se duerme, el del recién nacido barrigón y al grandioso: muchacho no es gente. Lo que no contempla ese dicho, ni aqui, ni allá, ni en ninguna parte, es qué pasa cuando uno se arrima a un mal árbol... ¿hay sombra pero no es buena? ¿le cae fruta podrida en la cabeza? ¿le da calor y se va a meter en un local con aire acondicionado en lugar de andar arrimándose a árboles como si estuviéramos en 1928?.

Cuando a política nos referimos, la cosa sí parece tener respuesta, el que a mal presidente se arrima... le cae referéndum. Ya en Venezuela hemos pasado por un revocatorio y tantos otros, que no podría mencionarlos. Mañana le toca a Evo. Lula se ha ido alejando sigilosa y prudentemente. Sólo faltas tú.

Considerando todo lo que ha pasado últimamente en el país, las manifestaciones multitudinarias a favor del campo, el voto de Cobos, el paro de colectivos, el aumento en las tarifas de la luz, la inflación desatada... ¿crees Cristina que estás en capacidad de salir airosa de un referéndum?

Ante la duda, creo que sería mejor buscarse un mejor árbol al que arrimarse... ¿no?