miércoles, 27 de octubre de 2010

De Néstor

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Querida Cristina,

Con mucho respeto te doy mi pésame.

Las cosas que leo y escucho decir en días como hoy me hacen sentir que lo que más lamento es que la polarización de nuestros dos países cause que tus compatriotas y los míos pierdan toda perspectiva y hagan de la muerte una burla, pero once again, cosechamos lo que sembramos y esa responsabilidad en mayor o menor medida la compartimos todos.


Un pequeño resumen la trayectoria de Néstor Kirchner que me parece bien conciso para entender su importancia en la historia contemporánea de Argentina lo presenta la BBC
aqui.



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martes, 30 de marzo de 2010

Dos años

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Dicen que un niño en sus primeros dos años tiene una taza de aprendizaje más alta que en cualquier otro momento de su vida.

En esos primeros dos años aprende palabras, empieza a mirar al mundo y a comprenderlo un poquito, empieza a poder seguir rutinas, lo básico, despertarse, comer, dormir. Identifica, nombra, reflexiona, gatea, agarra, juega, suelta, coquetea con extraños, se rie y llora. Llora mucho. También en esos dos años de se le desarrollan sus peores miedos y fobias de las que no necesariamente tendrá razón hasta mucho más adelante y que probablemente no podrá explicar con mucha lógica.


Dos años es también el tiempo que debe transcurrir para pasar de ser un Residente Temporario a ser un Residente Permanente. El pasar de ser el tipo que está, pero que no es mucho, que no tiene cuentas postpago, a quien Telecom no le da una línea fija, al que los bancos no le dejan sacar tarjetas de crédito, a ser el tipo que demostró constancia, que supo hacer una nueva vida en un país ajeno y que de a poco comienza a hacer su debut en sociedad con todas las de la ley.


Dos años cumple hoy este blog.

Releyendo la premisa en la que se basó en su primer post, no me extraña que cada vez escriba menos acá. Lo que antes me parecía extraordinario, ahora me parece cotidiano, cada vez salgo menos del circuito entre mi casa y mi trabajo y a pesar de que nunca nunca nunca salgo sin mi cámara, tengo suerte si tomo un par de fotos a la semana.

Soy residente permanente. Aunque esto técnicamente esté en trámites, lo soy (y ese post se los debo, pero principalmente me lo debo a mí).

Pasaron dos años. Aprendí a identificar, nombrar, pedir y comer en argentino, conozco mis calles, mis sitios, mi pana de la frutería, mi chinita de la lavandería, tengo mis rutinas, desarrollé mis fobias al pelo largo en hombres de más de 50 años y además me dieron tarjeta de crédito, así que estoy aprendiendo a endeudarme, el non plus ultra de la argentinidad ¿no?.


Dicho esto, y ya entre fellow permanent residents todos (porque los colaboradores -en espíritu- de este blog rondamos todos los dos años), paso a anunciar lo que debo anunciar: Querida Cristina, tal y como la conocimos, llega a su fin.


El puteo constructivo para una mejor Argentina, puede seguir, pero el blog ya no pretende ser un espacio en el que escriba periódicamente. No digo que no escribo más porque no veo por qué ponerme una restricción absurda a mi misma, pero, la esporadicidad de mis post últimamente indica que no se debe esperar demasiada frecuencia por estos lares (esto es con mis 14 seguidores fieles y con los detractores anónimos que me pelean, agradecidísima siempre de su paso por acá).

Así que como el año pasado, en el ánimo de la entrega de cuentas, me despido de este año y le doy las gracias a todos los que pasaron por acá, recordando los momentos finos de este año que pasó, todo lo bueno y lo malo y lo curioso de esta ciudad que sigue recibiéndonos aunque a veces nos la ponga difícil y las andanzas de nuestra Querida Cristina, cada vez más necesitada del puteo constructivo.

Esperemos que en serio todos estemos aprendiendo algo de todo esto que es nuestra vida en estos añitos complicados que nos tocó vivir.



*A manera de despedida y de ilustración y básicamente porque me provoca... fotitos sueltas de estos dos años para que tripeen :)
































viernes, 5 de febrero de 2010

Cristina, la presidenta que patina

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Querida Cristina,

Acabo de leer el reportaje del paseo en el cuatriciclo del Dakar, de la referencia a Penélope Glamour con el casco rosa de florecitas, contaste que además de un auto tienes una bici y unos patines, y aseguraste que si te dejaran practicar un mes seguro aprendes a manejar el cuatriciclo muy bien. Todo bien, todo fino, todo joya, hasta simpático pues... ahora, me pregunto, si en un mes puedes aprender a manejar un vehículo profesional de competencia, por qué en dos años y pico no has podido aprender a manejar bien este país.

Por qué las llamadas de medianoche pidiendo dinero de las reservas para pagar la deuda, por qué echar a un juez por decreto cuando se demostró que eso estaba mal, por qué los 2 millones de dólares, por qué promueves una polémica ley que se aprueba con un Congreso medio lleno (o medio vacío, ya sabes cómo es), sólo para ser suspendida meses más tarde.Y esto, que es decir bastante, es sólo lo más relevante de este año que recién comienza.

Se me ocurren sólo dos opciones, o crees que como algunos de tus homólogos latinoamericanos, en estas nuevas y particulares "democracias" presidencialistas, puedes hacer lo que te da la gana cuando te da la gana, o en serio te tomaste lo de los roller muy en serio y entre error y error estás patinando de manera profesional.

En cualquier caso, para tu seguridad y la nuestra, recomiendo el uso de casco.



*Un interesante artículo sobre los K, Chávez y la Ley de medios aqui.



martes, 19 de enero de 2010

Imágenes: Verano Porteño

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A esto es a lo que yo llamo definitivamente un golpe de calor.
Una foto vale más que mil "sensaciones térmicas".

lunes, 11 de enero de 2010

Año nuevo, deudas viejas


Querida Cristina,

Mucho tiempo de ausencia, mucho tiempo fuera de Argentina, prometo -así bien políticamente- un post un poco más largo, pero además de no querer seguir acumulando días sin escribir, no podía dejar pasar esto que vi hoy echándole un ojo a la prensa en Internet.

Con este "recorte de prensa" hago acto de presencia en el blog. Y después del caso de Redrado no queda más que decir excepto que aqui estamos y aqui seguimos Cristina, en bajada y sin frenos... ah no, mentira, en bajada sí, pero con alguno que otro freno, esas cosas que llaman Congreso, Corte y otras nimiedades por el estilo (¡gracias a Dios porque este continente es muy pequeño para más autócratas tropicales!).

martes, 24 de noviembre de 2009

De las esdrújulas

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Querida Cristina,

Gracias a Andreína, otra fellow resident, el otro día vimos algo de luz con el temita del idioma argentino y desarrollamos una pequeña teoría: creemos que eliminaron las esdrújulas de su vocabulario sólo para que todas sus palabras fueran graves. Graves como el tango, graves como las placas rojas de Crónica, graves como las declaraciones de Maradona, graves como el descaro de Anibal Fernández negando la presencia de Antonini en la Casa Rosada, graves como la escasez de monedas que ya va para dos años. En fin.

Si es así, felicitaciones, no hay nada más idóneo que un idioma que se ajuste a la idiosincracia de un pueblo. Si no es así, porfa en serio, alguien que me explique por qué tómalo, quítate, espérate, guárdalo, llámala, súbelo, cálmate no llevan su hermosa tilde característica.

viernes, 16 de octubre de 2009

Pequeña crónica de un cambio de opinión

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Querida Cristina,


Mi abuelita siempre ha sido fanática del fútbol mal. Las tardes de televisión en su casa incluían I Love Lucy, Punky Brewster y Telematch como grandes favoritos, pero también, cada vez que se podía, un partido de fútbol.

En 1986 con el furor premundialista recuerdo que había una revista en mi casa, con caricaturas de varios jugadores de fútbol y recuerdo que mi abuelita me dijo que eligiera uno para seguir a su equipo en ese mundial. Elegí a Maradona, capaz porque era el más chiquito o porque su uniforme albiceleste me resultaba lindo, definitivamente no fue por su talento como jugador o por las proyecciones de Argentina para México 86, porque yo de eso no estaba para saber absolutamente nada, menos en mi remoto país 'centroamericano' en el que por ese entonces nadie hablaba de una selección nacional. La cosa es que ese año Argentina ganó el mundial y Maradona ganó a una fan.

Desde entonces he seguido a la selección argentina de manera bastante fiel. Ojo, fidelidad futbolística a la venezolana, es decir: Primero, puedo compartir mi fanatismo sin conflicto alguno con la Deutschland Fussball Bund, y segundo, mi dedicación al fútbol es intermitente según mi estado de ánimo o la programación de TV, pero se acentúa religiosamente cada cuatro años, con álbum Panini de barajitas incluído.

Mientras yo compraba barajitas carísimas (en USA 94 Caniggia y Batistuta se cotizaban alto) para llenar las páginas de Argentina, me dedicaba a ausentarme de clases para ver todos los juegos de Francia 98, y me acostaba de madrugada viendo aquel terrible juego contra Suecia, Maradona jugó todo lo que quiso hasta convertirse 'dios' y hacer famosas su mano y su irreverencia de rockstar, que lo convirtieron en leyenda. Luego, cambió el fútbol por los escándalos, drogas, hijos, rehabilitaciones, peligro de muerte y Fidel. Se aprovechó de la fe de su iglesia, sabía que como a Hendrix o a Michael Jackson, cualquiera que le hubiese tenido cariño se iba a bancar con condescendencia cualquier cosa, por una serie de razones, las que fueran, las que le sirvieran a cada uno, pero sobre todo porque es bien difícil cambiar de opinión. Pregúntenle a cualquiera de los intelectuales trasnochados como García Marquez que siguen queriendo creer que aún existe esa Cuba ideal que desapareció hace décadas.

En mi caso, tengo dos principios de vida que intento seguir, el primero es ser consistente conmigo misma, con lo que pienso y siento en determinado momento. El segundo es darme el chance de cambiar de opinión todas las veces que lo necesite, algo indispensable para no contradecir el primer principio ¿no?

Es así como luego de la infinitamente vergonzosa rueda de prensa de Maradona luego de la aún más vergonzosa clasificación de Argentina (reitero, el equipo al que le fui fiel desde hace más de 20 años) a Suráfrica 2010, puedo decir sin que me quede nada por dentro: Maradona, dude, apestas.

Quitándole todo el protagonismo a la Selección que representa, Maradona hizo que la clasificación fuese otro momento que girara alrededor de sí, un entrenador cuyos resultados son -y a las pruebas me remito- bastante mediocres. Demasiado egocentrismo, drama inútil, mala educación y una desubicada arrogancia, lo convirtieron en una persona que reúne básicamente todo lo que detesto en un sólo espectáculo de luz y rencor.

Y porque esto no es más que la crónica de mi cambio de opinión, que creo que sólo me importa y afecta a mí, para los que quieran leer un artículo mucho mejor escrito y que suscribo totalmente, aparece hoy "Fuimos Maradona" en Crítica Digital firmado por M. Caparrós (link), de él me robo el final para este post:

Maradona por favor "no siga destruyendo su memoria".