viernes, 16 de mayo de 2008

Homofonía Argentina

Querida Cristina,

He notado que los argentinos tienen una tendencia al uso de homófonos más marcada que en el resto de Latinoamérica. Además de cargar con los homófonos propios del castellano global, como "banco" y "media", tienen una amplísima gama de otras palabras que hacen que todo intento de comunicación intercultural tienda a ser bastante más complicado y confuso de lo que debería.

Comenzando desde la primera hora de la mañana en la confitería, ahí nos encontramos con las facturas y las facturas. Siendo las primeras las que compras para desayunar y las segundas las que te dan con la compra de las primeras.

- Oye disculpa te olvidaste de darme la factura.
- Las tenés en la mano.
- No las facturas, la factura.

- ¿Cómo la factura? Te llevás una docena.
- La factura de la docena.
- ¿Qué pasa con la docena de facturas?
- ...

En fin.


Lo mismo pasa con las minas y las minas, los soquetes y los soquetes, los mangos y los mangos, las playas y las playas, los buzos y los buzos, los pucheros y los pucheros, y así otro montón de términos... si me preguntan a mí, creo que esto contribuye a la aparición de rasgos de doble personalidad en el argentino promedio, un tipo que de otra manera podría ser bastante menos complicado.

4 comentarios:

Martín dijo...

jajaja, ¡genial este blog! y... ¿quién me invitó?. Saludos.

Ana dijo...

¡Gracias Martín! Y te invité yo, Ana, la fotografiada embarcada... ¿te animas?

Martín dijo...

Imaginé que eres vos, ¿viste?. Me animo, pero te diré que soy, como digo en mi blog, blogero inconsecuente,¿se vale así?

Ana dijo...

Todos lo somos... pero pasan cosas acá que a juro te harán querer escribir un Querida Cristina... así que bienvenido! La única regla es comenzar el post como una linda cartita a la presi :)