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Querida Cristina,
Hoy, casi siete meses después de comenzar con este blog, parte del staff de Querida Cristina tuvo la oportunidad de estrechar tu mano. Un fuerte apretón debo decir. Y escribimos esta pequeña nota, con el mismo entusiasmo como cuando comenzamos aquel 30 de marzo, con fe en que todas las críticas y puntos de vista son válidos y que tal vez sólo tal vez, de una manera tan casual como la que hizo que nuestros seis grados se separación hoy se redujeran a ninguno, puede que sean escuchadas y hasta implementadas algunas de nuestras sugerencias.
Es cierto que aún no hay monedas, no se han eliminado las estaciones Bulnes y Agüero, la inflación sigue subiendo a la par del Riesgo País, las citas para el DNI se demoran más que cuando llegamos, que cada vez entiendo menos a los veteranos de la Guerra de Las Malvinas y que de Antonini es mejor no decir ni ñe... pero considerando que hoy estabas bien combinada con tus asistentes en tonos de rosa y que definitivamente la pinta de todos era bastante menos 'emo' que en la foto de hace tan sólo un par de posts... hemos decido creer que por lo menos despediste al antiguo asesor de estilo y que por eso todavía hay esperanza.
Así que plomo al hampa, acá nosotros seguimos al pie del cañón.
En un próximo post -cuando un técnico de Internet se digne a aprender tecnología de este milenio y volvamos a tener una conexión decente- publicaremos un pequeño fotoreportaje.
PD: El material de branding del día de hoy Querida Cristina, también era rosa. Esperamos que lo hayas notado.
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Hace 5 días