viernes, 16 de octubre de 2009

Pequeña crónica de un cambio de opinión

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Querida Cristina,


Mi abuelita siempre ha sido fanática del fútbol mal. Las tardes de televisión en su casa incluían I Love Lucy, Punky Brewster y Telematch como grandes favoritos, pero también, cada vez que se podía, un partido de fútbol.

En 1986 con el furor premundialista recuerdo que había una revista en mi casa, con caricaturas de varios jugadores de fútbol y recuerdo que mi abuelita me dijo que eligiera uno para seguir a su equipo en ese mundial. Elegí a Maradona, capaz porque era el más chiquito o porque su uniforme albiceleste me resultaba lindo, definitivamente no fue por su talento como jugador o por las proyecciones de Argentina para México 86, porque yo de eso no estaba para saber absolutamente nada, menos en mi remoto país 'centroamericano' en el que por ese entonces nadie hablaba de una selección nacional. La cosa es que ese año Argentina ganó el mundial y Maradona ganó a una fan.

Desde entonces he seguido a la selección argentina de manera bastante fiel. Ojo, fidelidad futbolística a la venezolana, es decir: Primero, puedo compartir mi fanatismo sin conflicto alguno con la Deutschland Fussball Bund, y segundo, mi dedicación al fútbol es intermitente según mi estado de ánimo o la programación de TV, pero se acentúa religiosamente cada cuatro años, con álbum Panini de barajitas incluído.

Mientras yo compraba barajitas carísimas (en USA 94 Caniggia y Batistuta se cotizaban alto) para llenar las páginas de Argentina, me dedicaba a ausentarme de clases para ver todos los juegos de Francia 98, y me acostaba de madrugada viendo aquel terrible juego contra Suecia, Maradona jugó todo lo que quiso hasta convertirse 'dios' y hacer famosas su mano y su irreverencia de rockstar, que lo convirtieron en leyenda. Luego, cambió el fútbol por los escándalos, drogas, hijos, rehabilitaciones, peligro de muerte y Fidel. Se aprovechó de la fe de su iglesia, sabía que como a Hendrix o a Michael Jackson, cualquiera que le hubiese tenido cariño se iba a bancar con condescendencia cualquier cosa, por una serie de razones, las que fueran, las que le sirvieran a cada uno, pero sobre todo porque es bien difícil cambiar de opinión. Pregúntenle a cualquiera de los intelectuales trasnochados como García Marquez que siguen queriendo creer que aún existe esa Cuba ideal que desapareció hace décadas.

En mi caso, tengo dos principios de vida que intento seguir, el primero es ser consistente conmigo misma, con lo que pienso y siento en determinado momento. El segundo es darme el chance de cambiar de opinión todas las veces que lo necesite, algo indispensable para no contradecir el primer principio ¿no?

Es así como luego de la infinitamente vergonzosa rueda de prensa de Maradona luego de la aún más vergonzosa clasificación de Argentina (reitero, el equipo al que le fui fiel desde hace más de 20 años) a Suráfrica 2010, puedo decir sin que me quede nada por dentro: Maradona, dude, apestas.

Quitándole todo el protagonismo a la Selección que representa, Maradona hizo que la clasificación fuese otro momento que girara alrededor de sí, un entrenador cuyos resultados son -y a las pruebas me remito- bastante mediocres. Demasiado egocentrismo, drama inútil, mala educación y una desubicada arrogancia, lo convirtieron en una persona que reúne básicamente todo lo que detesto en un sólo espectáculo de luz y rencor.

Y porque esto no es más que la crónica de mi cambio de opinión, que creo que sólo me importa y afecta a mí, para los que quieran leer un artículo mucho mejor escrito y que suscribo totalmente, aparece hoy "Fuimos Maradona" en Crítica Digital firmado por M. Caparrós (link), de él me robo el final para este post:

Maradona por favor "no siga destruyendo su memoria".

miércoles, 7 de octubre de 2009

Crónica, los auténticos y Maradona

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Querida Cristina,

Dentro de todas las preocupaciones, cada vez más cercanas, que me causa el tema de la Ley de Medios se cuela la esperanza de que Crónica TV no se vea afectado y pueda seguir siendo uno de los canales que más me divierte en el mundo entero.

En vísperas de las últimas fechas de eliminatorias pre mundialistas y con el equipo de Argentina guindando como nunca antes, por lo menos desde que yo recuerdo, en la pantalla de Crónica se lee: Los auténticos decadentes. Maradona: "estoy pensando si sigo".

Crónica no crezcas, no cambies jamás.

domingo, 4 de octubre de 2009

Imágenes: ADR

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*Speachless*